El cólico del lactante es un problema de salud bastante frecuente en los primeros meses de la vida de los bebés, no es grave, pero si crea algunos trastornos de desestabilización en el ambiente familiar, debido al intenso y fuerte llanto en el bebé.
En este artículo vamos a ver qué es el cólico del lactante, por qué se produce y cómo ayudan los tratamientos de fisioterapia en este tipo de cólicos.
Qué es el cólico del lactante
El cólico del lactante es un conjunto de síntomas típico de los primeros meses de vida que se caracteriza por un llanto intenso y prolongado sin causa aparente.
Normalmente son episodios de llanto vigoroso e intenso como mínimo 3 horas al día, más de 3 días a la semana y durante al menos 3 semanas en un niño sano y bien alimentado.
Suele ser más frecuente a últimas horas de la tarde e incluso por la noche, entre las dos semanas y los cuatro meses de edad. Afecta de igual manera tanto si se da lactancia materna como artificial.
Por qué se produce el cólico del lactante
El cólico del lactante se produce fundamentalmente porque el sistema digestivo del bebé es inmaduro, como consecuencia de ello, la musculatura del intestino se contrae de manera convulsiva produciendo dolor, dando lugar a los episodios de llanto en el bebé.
Cómo ayudan los tratamientos de fisioterapia en cólico del lactante
Los tratamientos de fisioterapia para este tipo de cólicos son una buena forma de solucionar el problema, ya que forma natural y sin medicinas, el fisioterapeuta es capaz de valorar si se trata de un cólico del lactante, gases, reflujo o estreñimiento, ya que en ocasiones los síntomas que presenta el bebé pueden confundirse.
Establecer el tratamiento más adecuado para cada ocasión, realizando técnicas específicas y movilizaciones del tejido visceral y estableciendo unas rutinas de masajes abdominales que refuercen la musculatura intestinal, mejorando la capacidad de movimiento y el transito, para disminuir el dolor abdominal en los bebés.
También es importante el asesoramiento que aporta el fisioterapeuta sobre la prevención, la conducta alimentaria, ciertos accesorios y el porteo. Todo el proceso debe ser monitorizado mediante unos cuestionarios de evaluación que rellenan los padres para conocer en cada momento el estado del cólico.